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Los Presupuestos Generales del Estado para 2022 han querido impulsar el desarrollo del segundo pilar del sistema de pensiones español y han mejorado el límite de aportaciones a los planes de pensiones de empleo versus los planes de pensiones individuales.
Pese a este impulso, los planes de empresa siguen siendo minoritarios entre los españoles en comparación con los planes individuales. Según datos de Inverco a 31 de diciembre de 2021 los planes de pensiones de empleo tienen cerca de 1,93 millones de partícipes y un patrimonio de 37.792 millones de euros.
Los planes de pensiones de empleo o de empresa son planes privados, cuyo promotor es una entidad, corporación, sociedad o empresa y cuyos partícipes son los empleados, incluido el personal con relación laboral de carácter especial, socios de cooperativas y empresarios individuales.
Su objetivo es complementar la pensión pública. Y en ellos, los representantes de la empresa y de los trabajadores definen la política de inversión del plan.
Las tres modalidades, según aportación o prestación, de los planes de pensiones de empleo son:
1. Aportación definida: la cantidad que aporta el promotor (o el empleado) cada año al plan está determinada con anterioridad. Pero no está garantizada ni definida la cantidad de las prestaciones del plan en el futuro.
2. Prestación definida: la cuantía de todas las prestaciones que recibirán los beneficiarios del plan está definida de antemano. Esa cantidad puede ser una cifra absoluta o venir dada por aspectos como el salario o la antigüedad del trabajador en la empresa.
3. Mixtos: son planes que simultáneamente definen la cuantía de la aportación y de la prestación.
Desde el punto de vista fiscal, las aportaciones realizadas se pueden descontar de la base imponible del IRPF, con un límite de aportación anual de 10.000 euros para los planes de empleo. Al momento de rescatar el plan (usualmente tras la jubilación) el titular tributa como si fuera una renta del trabajo.
Los planes de pensiones de empleo son una herramienta muy eficaz de fomento del ahorro a largo plazo para complementar la pensión pública. Además, cuando éstos están adaptados a las características particulares de una empresa y de sus trabajadores, mejoran la fidelización, motivación y retención del talento humano como parte del valor añadido en el salario emocional.
Otros beneficios para el promotor incluyen: constituyen una solución innovadora y personalizada para otorgar un beneficio social a los trabajadores, tienen claras ventajas fiscales para los empleados, pueden ser un instrumento de gestión sostenible de activos con criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo).
Para el empleado, además de los beneficios sociales y de planificación financiera con miras a largo plazo, los planes de pensiones de empleo son una solución de planificación fiscal con ventajas significativas. Entre las cuales destacan: la reducción de hasta 10.000 euros en la base imponible del IRPF, exención en el Impuesto sobre el Patrimonio, planificación sucesoria ya que ofrecen libre designación de beneficiarios y no tributan en el Impuesto de Sucesiones, ofrecen una reducción del 40% para las aportaciones anteriores a 2007 con cobros en forma de capital, no tienen posibilidad de embargo hasta que se cause el derecho a la prestación y tienen la posibilidad de seguir aportando y desgravando después de la jubilación.
En Fonditel gestionamos planes de pensiones de empleo para empresas de diversos tipos, desde grandes multinacionales a pequeñas y medianas empresas. Y con más de 30 años de experiencia, somos una de las primeras gestoras españolas por volumen de patrimonio gestionado en planes de pensiones de empleo.
Somos independientes y no pertenecientes a ningún grupo financiero y según reseña la Revista FundsPeople destacamos como gestora líder con mejor rentabilidad media a 10 años en planes de empleo, la segunda mejor en rentabilidades medias a 5 años y como la tercera a 3 años. Una clara apuesta de liderazgo en el sector de planes de empleo, de la inversión a largo plazo y la promoción del ahorro para la jubilación en España.
Además de los 1.500 € de aportaciones realizadas por el trabajador bien a un plan de pensiones individual o de empleo, el límite podrá incrementarse en otros 8.500 € adicionales, hasta un total de 10.000 euros. Esto, siempre que dicho incremento provenga de contribuciones empresariales o de aportaciones del trabajador al mismo instrumento, por importe igual o inferior a la respectiva contribución del empleador.
Las cantidades aportadas por la empresa que deriven de una decisión del trabajador tendrán la consideración de aportaciones del trabajador. Así, un trabajador podrá percibir una contribución a su plan de empleo de 4.250 € por parte de la empresa y podrá aportar esa misma cantidad a título individual. Esto es una novedad frente al ejercicio fiscal anterior. Además, dicho trabajador si lo desea podría aportar otros 1.500 euros a su plan individual para llegar al límite de 10.000 euros por contribuyente.
Si estás interesado en conocer nuestros servicios y soluciones en planes de pensiones de empleo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para así aclarar tus dudas y facilitarte al máximo el camino de creación de un plan de pensiones de empleo para tus empleados.
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