Todas las aportaciones realizadas a planes de pensiones permiten el diferimiento fiscal y generan un beneficio directo: desgravan en el IRPF. Con ello se consigue una disminución de los impuestos y poder diferir el pago en el IRPF hasta el momento del rescate del plan, seguramente en la jubilación donde los rendimientos del trabajo son menores que cuando se está en activo.
El 1 de enero de 2022, entraba en vigor la reforma en materia de planes de pensiones para residentes fiscales en España, por la cual, las aportaciones a planes de pensiones individuales se reducen de 2.000 euros anuales a 1.500 euros anuales. El máximo del 30% de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas, se mantiene igual que en 2021, por lo que el máximo anual a aportar será ese 30% o los 1.500 euros (la menor cifra de las dos).
En caso de contar con un plan de pensiones de empleo, en dicho importe se incluyen las aportaciones que el promotor del plan le haya imputado. De cara al ejercicio fiscal 2022 también han sufrido algunas variaciones, por lo que te invitamos a visitar la pestaña de Planes de Pensiones de Empleo.
Sin embargo, para la Declaración de la Renta del ejercicio fiscal 2021, los partícipes de planes de pensiones individuales podrán continuar desgravándose hasta 2.000€ de sus aportaciones al plan
Realmente no existen planes de pensiones específicos para autónomos. Sin embargo, la pensión pública que le queda a un autónomo no tiene nada que ver con la que le queda a un asalariado debido a sus bases de cotización.
Por ello, es razonable que el autónomo disponga de un complemento a esa futura pensión pública ahorrando mediante un plan de pensiones, reduciendo además la base imponible del IRPF.
La cantidad máxima a deducir en 2021 es la menor de dos cantidades: 2.000€ que es el máximo que se puede aportar por ley a un plan de pensiones individual o el 30% de los rendimientos de la actividad empresarial o profesional.
A partir del 1 de enero de 2022, es de aplicación el régimen general por lo que las aportaciones a planes de pensiones individuales se reducen de 2.000 euros anuales a 1.500 euros anuales.
Los rescates de los planes de pensiones tributan como rendimientos del trabajo, al tipo que corresponda según tu nivel de ingresos. Esto es muy importante, especialmente si te planteas cobrar el plan de pensiones el mismo año que te jubilas, ya que tus rendimientos del trabajo serán superiores a tu futura pensión pública, por lo que la factura con Hacienda también será más alta que si esperas al año siguiente.
Las prestaciones recibidas por los beneficiarios del plan tributan en su integridad como rendimientos del trabajo, igual que si percibieras un salario. Hay que tener en cuenta que a efectos fiscales la entidad que abona las prestaciones tiene la consideración de pagador.
Tributación
Las aportaciones a un plan de pensiones tienen ventajas fiscales al reducir la base imponible general del IRPF. Las prestaciones que se cobren durante la jubilación normalmente tributarán a un tipo inferior al que se tributó durante la etapa laboral.
Si el ahorro fiscal generado año a año en la declaración de la renta se reinvierte en el plan de pensiones, el efecto multiplicador hace aumentar el importe acumulado de manera considerable.
Tener un plan de pensiones supone un ahorro, no solo de cara a la jubilación, también cada año cuando llega el momento de realizar la declaración de la renta.
La suscripción de un fondo inversión implica la posibilidad de acceder a una gran variedad de estilos y estrategias de inversión con importantes ventajas fiscales.
Uno de los puntos fuertes de los fondos de inversión es que permite diferir el pago de impuestos, ya que solo se tributa cuando se produce el reembolso.
Otra ventaja de cara a la planificación patrimonial es lo que se conoce como 'plusvalía del muerto', regla fiscal especial que se aplica al heredar fondos de inversión gracias a la cual los herederos sólo pagan impuestos por las ganancias acumuladas en el fondo de inversión desde la fecha del fallecimiento.
Los partícipes de los Fondos de Inversión gozan de un régimen especial en el caso de traspaso. Este régimen permite aplazar el pago de impuestos si el importe obtenido del reembolso de las participaciones, se destina a la suscripción de otro fondo de inversión.
En estos casos, la ganancia o pérdida patrimonial no computa y las nuevas participaciones suscritas conservan el valor y la fecha de adquisición de las participaciones transmitidas.
El partícipe de un fondo de inversión sólo tributa cuando realiza el reembolso de las participaciones. Dependiendo del resultado de la inversión, tributará como ganancia o pérdida patrimonial en la base imponible del ahorro en el IRPF.
Según la cuantía de la ganancia, hay cuatro tipos de tributación para el ejercicio fiscal 2021:
En el caso de pérdida patrimonial se podrá compensar con otras ganancias patrimoniales. Si el resultado sigue siendo negativo puede minorar la base imponible del ahorro con determinados límites.
Los fondos de inversión solo tributan si hay ganancia patrimonial y a un tipo fijo
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Los Presupuestos Generales del Estado para 2022 han incluido unas modificaciones en el límite de aportaciones a los planes de pensiones de empleo
Además de los 1.500 € de contribuciones realizados por el trabajador bien a un plan de pensiones individual o de empleo, el límite podrá incrementarse en otros 8.500 euros adicionales, hasta un total de 10.000 euros, siempre que tal incremento provenga de contribuciones empresariales o de aportaciones del trabajador al mismo instrumento por importe igual o inferior a la respectiva contribución del empleador.
A estos efectos, las cantidades aportadas por la empresa que deriven de una decisión del trabajador tendrán la consideración de aportaciones del trabajador.
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¿Cuándo se puede empezar a cobrar de un plan de pensiones?: En el momento en que se produce alguna de las contingencias previstas o en el caso de los llamados supuestos excepcionales de liquidez (paro de larga duración o enfermedad grave).
Las aportaciones realizadas a favor del partícipe por el promotor a un plan de empleo tienen la consideración de rendimiento del trabajo. No obstante como aportación a un sistema de previsión social es desgravable, por lo que reduce la base imponible del impuesto en el mismo importe y el efecto es prácticamente neutro.